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Por qué y cómo realizar experimentos en tus campañas de marketing


Ninguna marca mundialmente reconocida ha llegado hasta donde está por suerte. El crecimiento de una empresa se debe a acciones de ensayo y error, es decir, se someten a diversos métodos para obtener nuevas herramientas y formas de conocimiento.

Ya sea a través de la experimentación de alternativas, a fin de comprobar su funcionalidad para llevar a cabo nuevas estrategias de marketing.

Los experimentos en marketing se tratan de la culminación de un proceso de investigación que ayuda a los especialistas en el campo a comprobar la efectividad de estrategias para campañas que puedan ser llevadas a cabo en un futuro.

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Al igual que la mayoría de experimentos, se toma como base una serie de planteamientos y cuestiones que parten del método científico. Resulta complicado pensar en el método científico y en marketing al mismo tiempo, ¿realmente funciona? La respuesta es sí, y mejor de lo que puedes esperar.

En este artículo conocerás todo acerca de los experimentos en marketing: conceptos básicos, de qué forma crearlos, cómo ejecutarlos, y lo más importante, cómo obtener los resultados que deseas. ¡Manos a la obra!

Conceptos básicos del método científico en el marketing: ¿cómo aplicar cada uno?

El método científico es un modo de investigación usado para producir conocimiento. Pensar en el método científico como algo exclusivo del campo de las ciencias exactas ha quedado en el pasado.

Actualmente podemos implementar el método científico en cualquier campo disciplinario y laboral. Pero, ¿cómo podemos aplicar el método científico en el marketing? ¡Muy sencillo!

A continuación, aprenderás cómo aplicar cada paso del método científico para realizar tus primeros experimentos en marketing de manera sencilla y eficaz. Descuida, no utilizaras bata ni tubos de laboratorio.

Paso 1: Observación

La necesidad de explorar y experimentar nuevas formas de crear un ambiente próspero para nuestro negocio parte —la mayoría de las veces— de la observación. Por ejemplo: si observamos que nuestras ventas del último trimestre han bajado y el público ya no interactúa con nuestro contenido en redes sociales como antes, es claro que algo está ocurriendo.

Probablemente, la primera idea que llegue a tu mente es utilizar estrategias que ya has empleado anteriormente, pero, ¿y si no funcionan? Es posible que algunas estrategias pierdan valor después de ser utilizadas por mucho tiempo.

La observación debe ser llevada a cabo durante un tiempo. Es decir, debes analizar la situación que complica el desarrollo de tu negocio por determinado lapso para estudiar los factores que la provocan. De esta forma, lograrás crear mejores conjeturas que puedan facilitar la elaboración de hipótesis.

Paso 2: Hipótesis

Cuando escuchamos la palabra hipótesis, pensamos en grandes personajes de la literatura como Sherlock Holmes y el Doctor Watson, quienes generan grandes e impactantes hipótesis de cómo se llegó a un determinado escenario.

Sin embargo, no se necesita ser un científico —o detective— para plantear tus propias hipótesis respecto al problema que entorpece tu negocio. Basta con conocer tu sector o marca, la audiencia, e incluso, el propio marketing que empleas.

Al igual que Sherlock Holmes, es momento de sacar tu lado curioso. Comienza a crear tus propias hipótesis mediante el planteamiento de preguntas base, tales como:

  • ¿Por qué no funciona como antes mi estrategia de marketing?
  • ¿Qué es lo que busca mi audiencia?
  • ¿Hay algo que he pasado por alto en mi contenido?
  • ¿He dado prioridad a otros asuntos y descuidado otros?
  • ¿Qué deseo transmitir realmente a mi público?

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También puedes plantearte nuevos propósitos. Partiendo de nuevas ideas, elabora hipótesis de cómo lograrlas, por ejemplo:

  • ¿Qué deseo ofrecer a mi público?
  • ¿Qué pasaría si renuevo la imagen de la marca?
  • ¿Será buena idea integrar un nuevo producto después de mucho tiempo?

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Las preguntas que puedes formularte son tantas como tú lo desees. Comienza a buscar desde los puntos débiles hasta los propósitos de tu negocio.

Continuando con nuestro ejemplo anterior de las ventas bajas y la poca interacción del público con nuestro contenido, podemos preguntarnos:

  • ¿Los formatos han caducado?
  • ¿Hay nuevas tendencias populares?
  • ¿La calidad de nuestros servicios y productos han disminuido?
  • ¿Nuestra atención al cliente no es la adecuada?
  • ¿Qué dicen las reseñas acerca de nuestros productos?

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A partir de estas preguntas, es necesario formular diferentes hipótesis sobre cada planteamiento.

  • Los clientes ya no consumen nuestro contenido en Instagram porque prefieren TikTok.
  • Las reseñas son malas porque el trato de nuestra área de atención al cliente es deficiente.
  • En otras redes sociales han surgido nuevas tendencias. Mientras, nosotros continuamos utilizando las mismas desde hace un año.
  • Nuestros seguidores prefieren ver Reels en Instagram a ver publicaciones de carrusel.

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Cuestionarte sobre determinadas situaciones, te ayudará a iniciar planes futuros de tu empresa. Incluso, encontrarás situaciones desfavorables que no sabías que existían en tu negocio.

Antes de la acción: establece métricas o indicadores

Antes de pasar a la acción es necesario establecer indicadores que, aunque no son propios del método científico, sí son propios del marketing. Los KPI (indicadores clave de desempeño) son elementos que forman parte de la analítica web que nos permiten monitorear el estado de un proyecto, o en este caso, de nuestros experimentos de marketing. ¿De qué forma podrías saber si el experimento está mostrando saliendo bien?

Los KPI poseen una estructura particular que nos proporciona elementos importantes para determinar qué tan exitoso está siendo el experimento. Lo cual nos supone una entrega de resultados de gran importancia. Se recomienda que los KPI sean:

  • Temporales: deben durar un lapso determinado.
  • Cuantificables: los resultados deben ser comprobables y medidos.
  • Objetivos: deben ser posibles y realistas.
  • Coherentes: su existencia debe suponer el cumplimiento de un objetivo dentro de nuestro negocio.
  • Específicos: deben ser simples y utilizados en entornos detallados.
  • Relevantes: deben usarse en experimentos y proyectos que supongan un beneficio para nuestro negocio.
  • Es importante mencionar que existen KPI prácticamente para cada estrategia de marketing, sin embargo, las características anteriormente mencionadas deben ser esenciales en todos los KPI.

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Prosiguiendo con nuestro ejemplo, diremos que nos interesa el KPI de redes sociales. Este tipo de KPI se utiliza para recoger datos sobre el número de determinadas interacciones (menciones, compartidos, comentarios, suscriptores, seguidores, etcétera. Aunque puede variar de acuerdo con la red social; en el caso de Twitter se trataría del número de Retweets) con nuestro contenido.

Los KPI son herramientas necesarias, aunque no obligatorias. Es la mejor forma de recoger datos para analizar qué tan bien está saliendo el experimento. De igual forma, puedes establecer periodos de experimentación. Es decir, crear un lapso determinado en el que te encontrarás bajo la experimentación de algún proyecto, idea o estrategia. De esta forma, podrás visualizar completamente el comportamiento de tu público y comparar los resultados, como si de un antes y después se tratara.

Si lo requieres, existen plantillas y guías completas de cómo iniciar un KPI para determinados proyectos en internet. Elige la que más te convenga e implementa algunos indicadores antes del siguiente paso, la experimentación.

Paso 3: Experimentación

En este paso se trata de llevar a cabo diversas formas de comprobar o refutar alguna de nuestras hipótesis. Nuestros experimentos de marketing deben estar cimentados sobre variables que puedan ser las causantes de nuestras hipótesis.

No debemos abarcar todos los posibles problemas. Se debe avanzar un paso a la vez, esto con el fin de no entorpecer los resultados y obtener elementos con los cuales podamos llevar a cabo una estrategia futura.

Lo ideal en este paso es crear un cronograma. Con el cronograma establecido seremos capaces de identificar qué elementos suponen un incremento en el tráfico de nuestras redes sociales al momento de ejecutar cada estrategia o idea programada.

Con el transcurso del tiempo, identificaremos algunos patrones que pueden ser relevantes al momento de finalizar el experimento. Ya que estos facilitarán la tarea de elaborar estrategias que se podrían implementar a futuro en nuestro negocio.

Procura estimular tu creatividad al momento de crear experimentos de marketing. Despegarnos de los estándares que hemos seguido es una idea precipitada, pero de eso se trata experimentar. Ser consistente y fiel a ciertos aspectos del marketing es valioso en algunos aspectos, sin embargo, existe un riesgo en todo esto: el estancamiento.

Experimentar en el marketing significa medir nuestras propias ideas, intereses, estrategias y decidir si son un excelente elemento a implementar en nuestro negocio. Innovarse desde una vertiente autodidacta forma parte de un futuro que nos ha alcanzado. Muchas empresas y negocios se encuentran experimentando justo ahora, y nosotros somos parte de ello. ¡Es hora de tomar la delantera!

La experimentación no tiene porqué presentarse en forma de un cambio radical. La mejor forma de incursionar en la experimentación de marketing es a través de los A/B Test. Estos test presentarán tendencias curiosas que podrán ser de utilidad para mejorar tu negocio. Además, será un buen primer acercamiento con la experimentación de marketing.

Paso 4: Análisis o Teoría

Llegó la hora de estudiar los resultados, lo cual será sencillo si previamente se configuró el KPI indicado. Analizar los resultados nos permite desarrollar conjeturas acerca de la efectividad que haya generado la experimentación. De esta forma, descubriremos si nuestra hipótesis ha sido comprobada o refutada y de qué forma se puede obtener una resolución. El análisis de datos debe suponer la antesala para el mejoramiento de las debilidades de nuestro negocio. Proponer alternativas es lo ideal en este caso.

En conclusión 

Existen experimentos en marketing que no siguen de manera puntual cada uno de los cinco pasos del método científico, por lo que persistirán inconsistencias en los resultados, incluso, durante la experimentación. Lo ideal es llevar a cabo el método científico adecuado al campo del marketing.

La experimentación en el marketing no debe convertirse en una tarea complicada. Sin embargo, durante el proceso nos alejaremos de aspectos rutinarios y daremos paso a elementos con los que no estamos acostumbrados a interactuar. Pero arriesgarnos y llevarlos a cabo, nos dará elementos para realizar nuevas estrategias a fin implementar nuevos horizontes para nuestro negocio.

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